Vuelta al ruedo

Dedicado a Pedro Martínez Rentería, DEP, una leyenda de la contracultura en México, con quien me topé sólo un par de veces pero cada una de ellas las recuerdo con una sonrisa, aunque nunca me animé a platicar con él, sólo por pena más que otra cosa. 

En el fondo nunca me he sentido un escritor, seré poco más que un "Gran Turista". 

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Puedes escuchar la canción Cuxillo de Porter, mientras lees esta entrada. 

Han sido días intensos desde la última vez que escribí algo en este blog; pasé por muchas cosas, redescubrí algunas y repetí otras. A veces siento que nada nuevo ha ocurrido y que mis días son aburridos, pero luego hago el recuento y pasa que algunos días son intensos y otros muy pasivos.

Podría hablar de varías cosas ilegales que he hecho últimamente, o de mis planes que incluyen dejar la ética de lado, pero acabaría eso con el misterio de esa vida secreta que todos tenemos. 

Bastará contar que conocí a Adri..., por Ayl..., la chaparrita nalgona que me parece muy joven para el juego que está jugando, aquella, es una chica interesante con una historia intensa y planes igual de locos, alguien a quien sí quiero volver a ver para decirle "te extrañé" o "pensé en ti" de la forma más sincera que pueda, sólo que las circunstancias, por ahora, no se prestan.

Conocí a Áu..., joven y acelerada, quien entre las tachas que se había metido, el desvelo de varios días y el reggaeton me dijo en el bar improvisado de una azotea en Tepito, que yo era un tipo guapo y atractivo ¡Vaya sorpresa! Hacía años que no oía algo así, y, como siempre, no le creí, como nunca le creo a la gente que dice algo positivo de mí, ni me gusta que lo hagan, tal vez porque no lo siento sincero, o porque en el fondo me siento un fraude. No creo en mí.

¡Qué decepción! No funciona en mi caso aquella frase que una vez en el pasado leí en un discurso del Ministro Azuela, al retirarse de la Suprema Corte,  en otro tiempo habría dicho su abuelita o su madre, respecto de algún abogado, que era vanidoso y hereje: "¿Cómo va a usted a ser ateo? Si usted mismo se cree Dios."

Así que ahora estoy más sólo que antes, sin dios, sin confianza y sin amor propio.

Es un tema de autoestima ¿no? Tal vez valga la pena hablar con Yazmin de esto, en la próxima sesión.

Conocí a Mari, que migró de Venezuela para buscar un destino mejor para ella y su hija que dejó en aquel país tan rudo; guapa, orgullosa, y con acento chistoso, pero esa no es para mí, al menos no por ahora.

Finalmente conocí a Pau..., joven, pero muy experimentada, una chica de pasado extenso e intenso, sencilla, linda, de cara tierna pero que nunca dice "no"; es la viva imagen con la que ilustrarías la frase "juventud desenfrenada". Ir abrazados en el camino de regreso a casa, agotados, a bordo de aquel taxi sucio con olor a cigarro, valió la pena, el desvelo y la aventura.

En el otro lado está Ella, la de siempre, la que no puedo olvidar, la que siempre vuelve a mi mente, y cuyo cuerpo todavía sienten mis manos recorrer, la piel suave de su espalda, esas nalgas, el fino vello que crecía en su sexo, el olor y sabor. La veo en los cuerpos desnudos de otras, la comparo, y nos imagino haciendo las cosas que nos gustaban, como repasando el guion para hacerla venir: besos, cachondeo, misionero, ella arriba, perrito, de pie, cargándola cuando podíamos hacer ruido, o de cucharita cuando debíamos ser silenciosos. Terminar... 

Fueron buenos tiempos.

También extraño un "te quiero" dicho a mí oído y un beso salivoso, su aliento caliente en mi cuello, sus gemidos mientras choco una y otra vez en contra de ella, las guarrerías y las palabras de amor que de común acuerdo habíamos establecido para esos momentos.

"Me haces falta tú..."

"Tú, en cada esquina tú..."

"Tú con el vestido azul..."

Eso es de dos 2 canciones de Zoé, de las que después les paso el nombre, porque no lo recuerdo. 

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P.D. Gracias por leer esto, los domingos me siento como un loco gritando en el cerro porque nadie contesta mis mensajes y nadie me escribe. Al menos aquí estoy seguro que el lector de esto será Gilberto del Futuro Viejón ¿cuéntame, cómo fue que salimos de esto y cuando ocurrió por fin? Actualizas la entrada y pones la fecha, de favor.

¡Qué días! 

Pero puedo decir con seguridad que en cada una de esas aventuras hubo una sonrisa en mi rostro

En la foto, el amanecer que me regalé el sábado 12 de febrero de 2022. Vista desde el Cerro El Guerrero, Sierra de Guadalupe, Ciudad de México. 



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