Fantasmas

"Houellebecq le había dicho, al rememorar su carrera narrativa, que siempre se puede tomar notas, tratar de llenar renglones de frases, pero para emprender la escritura de una novela hay que esperar a que todo se vuelva compacto, irrefutable, hay que esperar a que aparezca un auténtico núcleo de necesidad. Había añadido que uno mismo nunca decide la escritura de un libro; un libro, según él, era como un bloque de hormigón que se decide a cuajar, y las posibilidades de acción del autor se limitaban al hecho de estar ahí y esperar, en una inacción angustiosa, que el proceso arrancase por sí solo. En aquel momento Jed comprendió que la inacción nunca más le produciría angustia, y la imagen de Olga volvió a flotar en su memoria como el fantasma de una felicidad frustrada, si hubiera podido habría rezado por ella."

El mapa y el territorio, Michel Houellebecq.

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